Evolución de la escritura y su relación con el cambio climático contemporáneo

Por: Rolando Villarreal | Viernes Santo del 2020, ciudad de Panamá.

Curso avanzado de Cambio climático y medidas de adaptación. Maestría. Facultad de Ingeniería Civil. Universidad Tecnológica de Panamá.

Para que el humano moderno haya podido lograr los avances que conocemos, ha sido necesario la utilización de un sistema que nos permitiese comunicar ideas y pensamientos, así como el registro de gran cantidad de información imposible de memorizar. A su vez, este sistema debiese permitir la transmisión de información a otras personas, culturas y generaciones. La escritura, se define entonces, como un sistema de representación gráfica que utiliza signos grabados sobre un soporte; ajustándose perfectamente a estas necesidades.

Evidencia científica nos devela que los primeros homínidos y ancestros del humano moderno, aparecieron entre 2 a 3 millones de años atrás. La aparición de la escritura se remonta solo hacia el año 3500 a.C., al datarse los escritos más antiguos conocidos hasta el momento. Con la aparición de los primeros escritos, se marcaría entonces el gran hito que nos separa de la prehistoria; dando inicio a una progresión humana sin precedentes e inalcanzable durante los millones de años que nos antecedieron. Gracias a la escritura, el ser humano conocería acerca del entorno, del espacio, del tiempo y de él mismo.


Figura 1 – La escritura como hito en la historia de la humanidad.

Sin ser expertos, sin sobrevivir a siglos de equivocación y con tan solo saber interpretar un documento escrito, somos capaces de conocer acerca de la fotosíntesis en tan solo unos minutos. Desde la fabricación de ungüentos naturales a partir de una receta, hasta la construcción de edificaciones como el Burj Khalifa a partir de planos; la escritura ha jugado el rol más importante como sistema de comunicación humana.

Los escritos más antiguos son atribuidos a unas tablillas de piedra encontradas en la gobernación de Babilonia, en el antiguo emplazamiento de la ciudad sumeria de Kish, República de Irak. Es probable que estas tablillas se utilizaran para el registro de transacciones económicas o de bienes.

Figura 2. Tablillas de Kish (fuente: Ibercaja).

Para la edad antigua, el hombre ya utilizaba escritos en los que se podían expresar sentimientos y emociones. Para la Edad Media, la escritura sirvió de base para que los grandes imperios pudiesen ser administrados; por ejemplo, el registro de los impuestos recaudados por los publicanos. La evolución de la imprenta mecánica permitió que, para la Edad Moderna, se replicasen Biblias más rápido que las transcritas manualmente por monjes. Biblias listas para difundir la doctrina cristiana al nuevo mundo, así como los sistemas económico, político y social de los conquistadores europeos. Para la Edad Contemporánea, la imprenta electrónica permitió que pudiesen reproducirse escritos mediante el fotocopiado. Por consiguiente, la imprenta ha logrado posicionarse como un gran aliado de la escritura, ya que permitió la rápida propagación de información y conocimientos hacia todas las regiones del mundo.


Figura 3. Impresora electrónica y digital (fuente: Hewlett Packard Company).

Para nuestra suerte, o desgracia, el gran aliado de la escritura accionó el gatillo del estrepitoso desarrollo industrial que marcaría el inicio de la Edad Contemporánea. Fue necesaria la divulgación de documentos impresos que enseñaran acerca de los mecanismos y funcionamiento de las máquinas de vapor, mismas máquinas que fueron reemplazadas por aquellas de combustión interna que a su vez requirieron de la interpretación de escritos con letras, símbolos y diagramas para su producción en masa.

Las primitivas máquinas industriales contemporáneas han sido responsables de emitir excesivas cantidades de dióxido de carbono (CO2); principal gas que ocasiona el efecto de invernadero (EI). Estos gases evitan que la energía calórica proveniente del sol, y reflejada por la superficie terrestre, salga fuera de nuestra atmósfera; ocasionando un calentamiento global que ha generado el cambio climático contemporáneo (CCC).

Por otra parte, los escritos nos enseñan que las plantas verdes requieren del CO2 para realizar la fotosíntesis y que, gracias a este proceso, generan su propio alimento y el oxígeno (O2) que respiramos. La escritura ha de necesitar un soporte sobre el cual han de grabarse los signos, por lo tanto, gran cantidad de árboles han de sucumbir para producir el papel sobre el cual se publican famosos diarios como el The New York Times. El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, indica que anualmente se consumen unos 268 millones de toneladas de papel y que, por cada tonelada, se requiere cortar unos 14 árboles. Si a la masiva emisión antropogénica de CO2 añadimos la despiadada tala de árboles, tenemos un EI mucho más acentuado.

Pareciera ser que la escritura nos ha conducido a un destino sombrío, sin embargo, la tecnología puede ayudarnos a cambiar esta perspectiva. Resulta ser que el gran aliado de la escritura también sigue evolucionando, abriéndonos paso a lo que llamamos la era digital. Las impresiones digitales no solo eliminan la necesidad de usar papel, sino que también tienen un mayor alcance para la divulgación de escritos como este, que nos ayuden a contrarrestar el CCC.

La escritura y sus aliados han de seguir evolucionando para que instructivos y diagramas sean interpretados en la producción replicada de máquinas que no emitan una sola molécula de CO2 durante su funcionamiento; máquinas que utilizan fuentes renovables de energía a partir del sol, del viento o de las olas del mar. Aun si desaparecieran las máquinas de combustión interna o el papel utilizado para la impresión de libros de docencia, la escritura seguiría prevaleciendo como fiel testigo en la historia de la humanidad.