Una visita al Biomuseo

Por: Franco Giono Marín

Introducción

De hace muchos años he escuchado del Biomuseo, de Frank Gehry, de las exigencias como arquitecto y lo complicado que pudo haber sido la construcción de este edificio para el grupo de ingenieros que participaron en la misma. Hasta hoy 18 de marzo de 2018, solo estaba en mi mente su belleza arquitectónica y su colorido techo el cual se hace visible al entrar a la ciudad de Panamá a través del Puente de Las Américas.

Frank Gehry como artista renombrado supo transformar una historia de millones de años y conducirlo a un espacio tan compacto e interesante.

Hoy lo conocí por dentro, hoy descubrí dentro de sus 4000 metros cuadrados de construcción y dividida en ocho galerías de exhibición la historia más hermosa y emocionante del país que me vio nacer: PANAMÁ.

Representación de la estructura

Entrando al Lobby inicia la aventura. La estructura es una representación de la biodiversidad de Panamá, árboles, ramas, hojas, coloridos; del lado este la ciudad y del oeste el verdor de nuestra biodiversidad, un contraste que no siempre es visto en un museo. Un museo donde la biodiversidad forma parte de ella con aves e inclusive nidos.

La Biodiversidad-Panamá Puente de Vida

El conocer la enorme diversidad de especies que viven en Panamá donde cada una tiene un papel que jugar, y la variedad de los ecosistemas que la conforman es mi primera sorpresa. La biodiversidad nos beneficia de muchas formas, y lo primero que me viene a la mente es la alimentación, pero eso no lo es todo; también nos beneficia con medicina y una gran variedad de productos útiles.

Hoy día nuestra biodiversidad está conduciendo a los científicos al descubrimiento de nuevas drogas con el fin de combatir las más mortales de las enfermedades. ¿Entonces, por qué el hombre insiste en destruirla? El crecimiento desmesurado de la población humana, el crecimiento de las ciudades sin ningún tipo de planificación, y la agricultura continúa diezmando la biodiversidad. Adicionalmente, el cambio climático y la introducción de especies foráneas está contribuyendo a la desaparición de muchas especies. Quizás sea necesaria más educación, y el primer paso sea venir al Biomuseo. La biodiversidad de Panamá es tan rica que aún se continúan descubriendo nuevas especies.

Hace 20 millones de años comenzó la gran aventura, Panamá

Esta aventura inicia de forma violenta: volcanes, lava, y terremotos. Inicia la construcción de ese enorme puente de roca y tierra. Inicia la unión de dos continentes. Inicia el gran intercambio norte-sur y sur-norte; inicia uno de los fenómenos más interesantes de la naturaleza. Todo esto ocurre en Panamá.

Esta historia la conocemos por estos testigos mudos pero que irónicamente transmiten de forma veraz cada uno de los procesos que llevaron a unir estos dos continentes, estos dos grupos de especies.

La roca más antigua encontrada en Panamá. Además de la roca basáltica, la roca ígnea, roca metamórfica, la roca caliza, y la roca pómez, cada una de ellas producto de los diferentes procesos que fueron conformando el Panamá que conocemos hoy.

Finalmente, hoy con una cordillera central formada por dos cadenas volcánicas. La más antigua se empezó a formar hace 70 millones de años y las más reciente de 38 millones de años. Posteriormente los espacios entre estas cadenas volcánicas se rellenaron con depósitos sedimentarios.

El movimiento de las placas tectónicas hizo que antiguas islas y oceánicas y mesetas submarinas chocaran con Panamá y formaran parte de las penínsulas de Azuero y Soná. La conformación de la costa del caribe occidental ocurre entre los 3 a 5 millones de años, en ese momento con características similares a la costa panameña del océano Pacífico sin arrecifes, esta información las suministra los fósiles encontrados. Sin embargo, hoy las costas del Caribe panameño son ricas en corales y arrecifes.

Hecho el puente se inicia el intercambio. Especies del norte pasan al sur y especies del sur pasan al norte. Hoy los fósiles nos muestran ese gran intercambio. Algunas especies desaparecen y solo tenemos a sus fósiles como testigos de su existencia.

Un ejemplo de estas especies son los gigantes del sur, como el Perezoso Gigante Ermitaño, cuyos fósiles se encontraron en la península de Azuero.

La lista de especies es grande, las evidencias irrefutables y el intercambio maravilloso. El istmo de Panamá inició a jugar su papel como puente y facilitador para al fenómeno natural más importante en las Américas.

Las primeras llegadas

Inicia la gran caminata del Homo sapiens, cuya última visita sería el continente americano entre 15 000 a 20 000 años atrás.

El Biomuseo en su relato gráfico nos lleva de lo general a lo particular. Surge entonces la pregunta ¿quiénes fueron los primeros panameños? Y el Biomuseo tiene la respuesta: Los primeros pobladores de Panamá, de quienes hay evidencia confiable, fueron cazadores recolectores llamados paleoindios. Su presencia data, por lo menos, 11500 años a.C. Es probable que otros hayan llegado antes, pero hay poca información sobre ellos.

El Istmo de Panamá era más grande de lo que conocemos hoy. Los primeros hombres se habrán encontrado con gigantes animales como mencionamos anteriormente. Hace 14500 años a.C. Panamá tenía áreas con bosques húmedos con plantas de tierras altas, bosque húmedo con una mezcla de plantas de tierras altas y bajas, bosque más seco que en la actualidad con plantas de tierras altas en las áreas más húmedas, matorral espinoso y sabana arbolada, y sabanas. Cuando llegaron los primeros grupos humanos a Panamá, la temperatura era unos 6° C más fría que hoy. Plantas que solo crecen en tierras altas, crecían en alturas muchos menores, mezclándose con especies de tierras bajas para formar bosques muy distintos a los de hoy.

Los primeros panameños se dedicaban a la caza de animales grandes como mastodontes, perezosos gigantes y caballos; con lanzas de afiladas puntas de piedra. Los panameños habitaban en ambientes diversos, desde la costa hasta las tierras altas. Escasean los sitios arqueológicos y casi todos tienen herramientas similares. Ella sugiere una población pequeña, compuesta por bandas muy dispersas entre sí que se movían constantemente en búsqueda de caza y otras fuentes de alimentos.

El hombre modificó el entorno

Los primeros panameños llegaron a modificar el ambiente de Panamá. Quemaban los bosques para facilitar la caza. Es posible que la extinción de algunos de los animales grandes haya sido causada por la intensa cacería, aunque se cree que el cambio climático influyó. Los mamíferos más grandes ya se habían extinguido en 10000 años a.C. El animal más grande que aún existe es el tapir.

Los animales en colores del cuadro superior aún sobreviven en Panamá. De izquierda a derecha tenemos a: el venado de cola blanca, el tapir, el jaguar, y el puma. Los animales en grises vivieron en Panamá peros se extinguieron antes de 10000 años a.C.

El cambio de nuestro Panamá

Panamá fue cambiando geográficamente. El Biomuseo tiene la delicadeza de ir llevándonos por ese largo camino de cambios en nuestra geografía hasta lo que conocemos hoy.

A medida que las capas de hielo se derretían, el nivel del mar se fue elevando hasta cubrir áreas que habían sido tierra firme. Hacia 6000 a.C., las costas de Panamá estaban cerca de donde están ahora. El clima se hizo más cálido y húmedo, los bosques se extendieron hacia las tierras bajas y las plantas de clima fresco se refugiaron en las tierras altas.

La Ampliación del Canal de Panamá y el pasado revelado

Las nuevas excavaciones para la ampliación del Canal de Panamá iniciadas en 2007, han expuestos fósiles que se remontan a más de 20 millones de años. Universidades de diferentes partes del mundo en conjunto con la ACP inician la delicada tarea de rescatarlas y como era de esperarse el Biomuseo de exponerlas en una pequeña porción. La exposición inicia con una gráfica digital de algunas de las especies cuyos fósiles se encontraron.

Muestras de fósiles encontrado están en exhibición. Resaltando a la estrella de la sala: el tiburón gigante megalodón. Un tiburón de más de 16 metros de longitud, el tiburón más grande que jamás haya existido.

Estos estudios permitieron conocer con mas detalle la historia geológica del área canalera.

Además, el Biomuseo nos muestra las formaciones más relevantes en el área canalera. La historia geológica de nuestro Panamá.

Nuestros pequeños pero numerosos visitantes

Cuando ya pensábamos que se había terminado la visita al Biomuseo. Entramos a lo que sería la prueba final de la maravillosa función que tiene el istmo de Panamá en el sostenimiento de los diferentes ecosistemas de las Américas, por decir lo menos. Las aves, todos los años, cubren nuestros cielos. Miles de millones de aves en un viaje de miles de kilómetros de ida y vuelta emulan en lo que hoy se conoce como el Hub de Las Américas para la línea área de bandera panameña. El Biomuseo en esa versatilidad que nos muestra, a lo largo de todas sus salas y en no más de 50 metros cuadrados, esa impresionante función que tiene Panamá como punto de conexión para las aves migratorias. Ellas viajan, de norte a sur, buscando zonas más cálidas y pasan por el Istmo. Lo único que me duele es que mi cámara se quedó sin baterías. Pero no importa, las estrellas de esta sala pasan por los cielos de mi Patria y tendré la oportunidad de tomarles todas las fotos que quiera en vivo y a todo color.

No se me había Olvidado

De verdad no se me había olvidado el Panamarama. Esta es una sala de exhibición digital que nos lleva virtualmente en un viaje desde el Mar Caribe al Océano Pacífico a través de nuestro Istmo. ¿Por qué lo deje de último? Porque esta sala nos lleva a encontrarnos con lo que tenemos y lo que podemos perder si seguimos en nuestro afán de mejorar nuestra supuesta comodidad y desarrollar a costa de aquellos seres que están en nuestra tierra primero que nosotros, los Homo sapiens. El colorido de nuestros corales y peces; el verdor de nuestros árboles; lo vivaz de los colibríes; lo radiante de nuestro sol; el rugir de nuestros mares; lo intenso de nuestras lluvias; el vibrar de nuestros ríos y cascadas; el rugir de nuestros mares; y el rugir de nuestras olas. No hay dinero que pueda reemplazar esta belleza.

CONCLUSION

Con muchas expectativas llegué al Biomuseo. Un edificio que siempre me había llamado la atención y al ver por dentro esta obra tan majestuosa y además diseñada por un arquitecto de fama mundial, me llenaron como profesional de la Ingeniería. Sin embargo, es solo un abreboca. El plato fuerte es el plato fuerte, ver la biodiversidad de nuestra patria, la historia de este puente del mundo corazón del universo, todo lo accidentado que fue nuestra formación, ser el factor que cambió el comportamiento natural de las Américas, saber que hemos sido el hub de la naturaleza de muchas especies; todo eso y muchas cosas más no tienen precio.

Pero también está la parte triste de la historia, la intervención del hombre en nuestro Panamá desde el inicio de su estancia aquí. Las quemas de la selva, la cacería intensiva, y el desarrollo intenso de hoy que ha llevado a la destrucción de nuestros ecosistemas, nos deja un mal sabor de boca. La naturaleza, a diferencia de lo que podamos creer, es propicia para darnos alimentos, medicinas y muchas cosas más; por ello debemos usar el conocimiento que tenemos para extraer de forma inteligente todo lo que queramos de la naturaleza sin destruirla.

Se hace de carácter obligatorio que todo panameño visite el Biomuseo.

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