Por: Franco Giono Marín. 2018 (30 de marzo).
Curso Avanzado de Cambio Climático y medidas de adaptación. Maestría en Ingeniería Ambiental. Universidad Tecnológica de Panamá.
Como nacido y criado en la ciudad de Colón siempre conviví con el hecho de inundaciones en calles y avenidas. De igual forma, siempre escuché el tema de las bombas ubicadas en calle primera y calle 16 que reducían las posibilidades de mayores inundaciones, y era común que las bombas estuviesen dañadas y la demora del gobierno de turno en repararlas o comprar una nueva.
Sin embargo, hay una variable de la cual poco he escuchado; esta es el cambio climático.
El cambio climático, de acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua, la define como: un cambio previsible en el clima terrestre provocado por la acción humana que da lugar al efecto de invernadero y al calentamiento global. Debo aclarar que aún se discute la influencia de las actividades humanas en este fenómeno.
La consecuencia del cambio climático que hoy deseo resaltar es la elevación del nivel del mar y su impacto sobre la ciudad de Colón.
La ciudad de Colón se fundó de modo formal el 27 de febrero de 1852. En principio los estadounidenses la llamaron Aspinwall, en honor a un empresario de la compañía del ferrocarril de Panamá. La isla Manzanillo, como se la conoció en un principio, contaba con una milla cuadrada y fue utilizada como campamento y puerto de desembarque de materiales para la construcción del ferrocarril transístmico. La isla era un pantano virgen, atestado de mosquitos.
El 17 de junio de 1948 se crea la Zona Libre de Colón, considerada la zona franca mas grande de América y la segunda de todo el mundo. Y se fue transformando año tras año en un emporio comercial caracterizado por grandes galeras localizadas sobre rellenos que antes eran manglares o áreas de mar. La Zona Libre generó ingresos por más de 19 713 millones de dólares en el 2017, según fuentes consultadas. En el área de la Ciudad se ubican grandes puertos para el manejo de carga contenerizada, recepción de granos, otros materiales, y cruceros. La población estimada en el 2016 fue de 206 553 habitantes, siendo la cuarta concentración urbana más poblada del país, después de la ciudad de Panamá, San Miguelito y Arraiján. En fin, una ciudad con una alta densidad poblacional e importante fuente de ingresos para la provincia, y el país.
Teniendo claro todo lo que representa la ciudad de Colón, debo resaltar las consecuencias que pudiese tener la elevación del nivel del mar relacionado al cambio climático. Esta Ciudad a igual que otras ciudades costeras tiene una alta vulnerabilidad y se hace imperioso iniciar los estudios para determinar los diferentes escenarios que conllevaría la elevación del nivel del mar. No está definida claramente la gradualidad de la elevación en el tiempo y por lo tanto no se puede llegar a una definición precisa de los efectos. Aunque esta ciudad está sobre el nivel del mar por pocos metros, lo cierto es que es altamente vulnerable. Las tuberías del sistema pluvial están por debajo del nivel del mar lo que hace necesario el uso de bombas para la extracción de las aguas de lluvia. La ciudad cuenta con tres estaciones de bombeo y un contratista del gobierno está instalando 12 bombas con una capacidad de 28 000 galones por minuto, cada una. La instalación de las bombas da un espacio por algunos años, pero se hace imperioso evaluar el escenario en que el nivel del mar sobrepase el nivel de la ciudad. Esto implicaría un cambio total a la ciudad que conocemos hoy. La ciudad de Colón, los sectores de Arco Iris, France Field y Coco Solo quedarían cubiertas por las aguas del mar de no tomarse medidas al respecto. Entonces es necesario tomar una de las siguientes decisiones: la primera es de trasladar la ciudad a otra ubicación (claro a un nivel más alto), y la segunda es de construir la infraestructura necesaria para proteger los posibles sectores afectados para evitar que el agua del mar los inunde. Cualquier decisión que se tome tendrá altas repercusiones socioeconómicas sobre la ciudad y el país.
No es fácil, ya en 2016 los municipios de Panamá, Colón, Arraiján, La Chorrera, y San Miguelito se adhirieron al conocido Pacto 2016 mejor conocido como C40 que busca que los entes municipales desarrollen e implementen políticas con el fin de reducir los gases de efecto de invernadero. Sin embargo, hay científicos que hablan de la irreversibilidad de la elevación del nivel del mar. Ante el escenario de irreversibilidad queda que los entes gubernamentales y privados inicien los estudios para poder tomar una decisión a tiempo que no tome desprevenido a los habitantes de mi amada Ciudad.