Por: Albano Aguilar, Nadia González Lara y Enzo Napoli. 2019.
VISITA AL BIOMUSEO. INFORME TEMA 9. Curso avanzado de Cambio Climático y medidas de adaptación. Facultad de Ingeniería Civil. Universidad Tecnológica de Panamá.
Profesora: Marilyn Diéguez
1. Objetivo
El Biomuseo es un museo de historia natural, y el objetivo principal de esta visita, es lograr cambiar la manera de ver, comprender y conservar la naturaleza, así como su biodiversidad y poder transmitírsela a otros futuros visitantes.
2. La exhibición picante del Biomuseo
Es una exhibición temporal en la galería Santiago Fernández Castro que cuenta la historia e importancia del ají para la gastronomía mundial y como el ají conquistó el paladar del mundo entero.
En esta sala se explica la inusual química de esta fruta, explicando el porqué de su sabor tan particular y se muestra cómo una planta que solía ser un arbusto silvestre del bosque americano se transformó en uno de los «ingredientes más importantes de la cocina mundial”.
El ají picante cruzó el océano Atlántico en 1494 y fue recibido en Europa como una planta exótica, utilizado para adornar los jardines, pero todo cambió cuando unos monjes portugueses descubrieron que el picante del ají era un reemplazo barato a la pimienta, y muy sabroso.
El continente africano fue conquistado por el ají picante en menos de un siglo, gracias a las rutas comerciales que tenía Portugal con navíos que salían de Europa, rodeaban África, y llegaban hasta Las Filipinas.
En la exhibición se muestran fotos y recetas de platillos de todo el mundo en los que diferentes especies del género Capsicum (familia Solanaceae) son el ingrediente principal. Se pueden adquirir semillas de diferentes especies de ajíes que es posible sembrar en casa.
La exhibición presenta muchos juegos audiovisuales que combinan el arte y la ciencia. Van dirigidos tanto a adultos como niños, y les permiten aprender de manera divertida a través del juego.
3. Concepto arquitectónico del Biomuseo
El corazón del proyecto es un atrio público al aire libre, cubierto por coloridas marquesinas metálicas diseñadas para proteger a los visitantes de las frecuentes lluvias del lugar. Rodeando al atrio central se encuentran las áreas públicas, incluyendo la tienda del museo, una cafetería y un espacio para exhibiciones temporales, así también como las dos alas de exhibición del edificio. El nivel del atrio, elevado un piso sobre el suelo, permite vistas hacia el Canal de Panamá y la ciudad, además de proteger los espacios interiores de la exhibición y conectar ambas alas de exhibición del edificio.
El edificio del Biomuseo es una estructura escultural y colorida que intenta reflejar la naturaleza. El techo, formado por una serie de planchas de colores primarios fuertes, se asemeja a la forma como las hojas de los árboles en la selva se juntan entre sí permitiendo que se disperse la luz. Estas planchas que cubren el museo tienen la función de minimizar el calor que entra al interior para así lograr que el consumo de energía sea más eficiente. Para cumplir este propósito, cada una tiene 5 capas compuestas de distintos materiales que incluyen, entre muchos otros, láminas acanaladas de acero inoxidable, mantos a base de caucho impermeable y espuma rígida de uretano. En los techos se observó gran cantidad de tornillos y remaches de acero inoxidable, así como tornillos de colores.
Las vigas del atrio del edificio -que se encuentran debajo de las planchas de colores- están construidas como si fueran un bosque tropical o una desordenada telaraña blanca y cada una soporta una sección del techo.
Aun cuando la simetría no parezca estar presente en el diseño, la precisión necesaria para ensamblar la estructura fue muy importante ya que era necesario que el margen de error para instalar las vigas fuera mínimo. Por dentro, las paredes internas del edificio tienen una forma ondulante aludiendo al oleaje del mar, pero también protegiendo a las distintas salas de exhibición de la humedad, el ruido y el calor.
Los colores
Los colores escogidos -verde, azul, amarillo, rojo y naranja- traen a la mente, evidentemente, la intensidad de los colores presentes en la fauna y flora del país, pero a su vez, hacen alusión a la diversidad cultural presente en pueblos indígenas así como a los «diablos rojos» o los colores de las casas bocatoreñas. Las láminas de colores de los techos (casi 5 000 m2) fueron pintadas en Tailandia con un sistema similar al que se usa en la industria automotriz.
Las salas de exhibición
Las salas del Biomuseo han sido concebidas para generar una interacción dinámica y experiencial con el visitante. En total hay 8 galerías en el Biomuseo: La galería de la biodiversidad, Panarama, El puente surge, El gran intercambio, La huella humana, Océanos divididos, La red viviente y Panamá es el museo. Entre estas destacan Panarama, un espacio de proyección de tres alturas y diez pantallas, y Océanos divididos donde dos acuarios semicilíndricos muy altos muestran cómo el Pacífico y el Caribe evolucionaron al quedar separados cuando surgió el istmo.
Es un edificio estructural que combina la tecnología, la ciencia y el arte; afuera, con sus fachadas y jardines; adentro, en cada una de sus salas. Diseñado para que puedas interactuar con todos los espacios, es como un ciclo continuo.
El Biomuseo es un lugar envolvente, agradable, divertido; cada espacio fue diseñado como único. Es lugar para visitar, que te saca de la rutina, que te permite compartir el conocimiento científico entre amigos, familiares o si decides ir solo (a).
El Biomuseo es una de las obras estructurales más galardonadas y representativas en edificaciones de nuestro querido Panamá.