“Tu nueva ciudad: ¿cómo enfrentar la crisis climática global?”

Por: DANIEL MARIN

MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN DE PROYECTOS DE CONSTRUCCIÓN. FACULTAD DE INGENIERÍA CIVIL. UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PANAMÁ.

En el recorrido por el Biomuseo, esta última sala llamada: “Cambio Climático”, fue de gran impacto para mí ya que observé más detalladamente la crisis que invade a Panamá, país centroamericano con una gran extensión de mar y especies únicas.  El calentamiento global y sus consecuencias son alarmantes, trayendo consigo una crisis climática de la cual Panamá no escapa. Se nos indicó, a través de una breve explicación por parte de un coach, las causas del cambio climático, lo que sucede a nivel global y sus consecuencias en Panamá, así como información sobre cuáles son las emisiones de gases de efecto invernadero y sus fuentes en el istmo, y lo que se puede hacer  para mitigar este gran problema como país, ciudad y ciudadanos.

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Señalaron  las zonas que van a ser propensas y más vulnerables a inundaciones en el país, no  porque vayan a quedar bajo el mar sino aquellas que se podrían inundar si coincide una tormenta fuerte con lluvias intensas debido a lo ante explicado, entre ellas: Albrook, boca la caja y Costa del Este entre otras.

La ciudad y sus áreas inundables

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La exhibición, nos  expone que no es suficiente hacer sacrificios personales. “Cada uno tiene un círculo de acción para poder hacer cosas. Yo como individuo puedo no comer carne, puedo no prender el aire, pero si yo me organizo y empiezo a hablar con la gente que vive en mi edificio o con mis vecinos, podemos tener un poder mayor; no podemos cambiar el mundo pero podemos ir de pedazo o pequeños esfuerzos para a contribuir al mejoramiento y moderación del cambio climático.

También tenemos que concienciarnos de que hay que luchar contra la deforestación. Cada árbol que se pierde es CO2 que se queda en la atmósfera. Todos tenemos de ser muy conscientes de un ciclo perverso: si la temperatura aumenta, también lo hará la transpiración de la vegetación, con la consiguiente reducción de la humedad del suelo; si a esto le añadimos menos lluvia y chubascos más violentos, obtenemos mayor erosión y deforestación, con lo que se reduce la absorción de CO2.

Mesa libre de carbono

Esto es algo que se pasa por alto, pero es muy importante tener en cuenta: la huella de carbono. Existen alimentos que para llegar a nuestra mesa han viajado miles de kilómetros, lo que implica que se han generado muchas emisiones en el transporte de éstos. Se calcula que un 20 % de los gases de efecto invernadero se deben a la elaboración y comercialización de alimentos. ¿Qué hacer? “Pensar global y actuar local”. Hay que fijarse primero en qué comemos y de dónde viene lo que comemos, idealmente preferir productos locales, ya que tienen una elaboración de menor impacto ambiental dada la proximidad, y por otro lado, son más frescos y se ayuda a potenciar la economía local. Todo para lograr mantener una dieta con baja huella de carbono.

Todos debemos colaborar. Debemos hacer, no solo decir, y que quede palabra en acción. La crisis climática global es un problema enorme que parece superar la acción individual, pero todos tenemos una responsabilidad.

Necesariamente unas de las realidades es la elección de políticos que estén tan comprometidos como nosotros en ejecutar las gestiones necesarias para enfrentar esta situación. El dióxido de carbono (CO2) está fuera de control, lo que causa que el planeta se caliente, creando la crisis climática que enfrentamos hoy.

Si seguimos emitiendo dióxido de carbono (CO2); cada país continúa aumentando las emisiones de carbono como lo han estado haciendo, colapsarán los polos, debido al efecto del derretimiento de glaciares. El mar puede elevar su nivel 2 metros y 40 centímetros en el año 2100, y nadie orienta la atención en esto. Nos informaron, es alarmante.

Todo el mundo está en estos momentos consternado por el coronavirus que tiene un gran apoyo o difusión de los medios de comunicación. Si pudiésemos darle esa misma importancia a lo que estamos haciéndole a nuestro hogar, el único, llamado TIERRA, estoy seguro que reduciríamos, en gran medida, la emisión de carbono (CO2).

Podemos decir, literalmente, que la situación en que nos encontramos por el coronavirus, no ha sido del todo mala, puesto que al mantener a las personas en su hogar, a nivel mundial, se puede ver cómo ha sido de ayuda a nuestra madre Tierra. Se han evitado las emisiones de gases de efecto invernadero para la remisión  del cambio climático.

Algunos de los compromisos establecidos están siendo cumplidos. Por ejemplo, se estima que Panamá tiene la capacidad de producir el 11 % de la energía con recursos renovables. El segundo compromiso es más difícil, pero no imposible.

Biomuseo. Sala Temporal: Cambio climático

Por: Yarelis Jaramillo. Marzo, 8 de 2020.

Uno de los efectos más evidentes del Cambio Climático es el incremento en el aumento de la temperatura como consecuencia de las actividades del ser humano. Este incremento en la temperatura a su vez tiene un impacto directo en el ascenso del nivel del mar.

Durante nuestra visita al Biomuseo, en la Sala Temporal se presenta la exposición “Tu nueva Ciudad” que muestra los efectos del Cambio Climático en la Ciudad de Panamá. Dentro de los atractivos de la sala, y que impactan a sus visitantes durante el recorrido, destacan como el cambio climático influye en el aumento del nivel del mar el cual impacta de manera directa las poblaciones costeras que estuvieron asentadas en ellas durante muchos años. Esto, me llevó a comprender que el archipiélago de San Blas o Guna Yala es una de las principales zonas afectadas por el aumento del nivel del mar, es por eso que actualmente se están trasladando las personas hacia un área más segura en preparación a lo que se puede convertirse en islas inundadas afectadas por este fenómeno climático.

Esta exhibición se desarrolló mediante un concurso lanzado al público en octubre de 2019 y contaba con el reto de adaptar tres zonas en la Ciudad de Panamá (Albrook, Boca la Caja y Costa del Este) al cambio climático que se produce en esas áreas costeras.

Primero, los efectos que tiene mayores repercusiones en Panamá: el ascenso del nivel del mar, lo cual es algo que nos puede causar angustia y robar el sueño. ¿Qué será de nosotros si el nivel del mar aumenta?, si limitamos al norte, con el mar Caribe y al sur, con el océano Pacífico.

Esta interesante información me llevó a ahondar un poco más en cuanto a la situación actual. Un estudio elaborado en 2004, a partir de fotografías aéreas, y publicado en la revista Conservation Biology, señala que el archipiélago, formado por 365 islas -38 están habitadas y el resto se explota turísticamente-, ha perdido en tres décadas 50 363 metros cuadrados en tres décadas.

Gardi Sugdub, Ustupu, Mamidub, Anassuguna y Ogobsucun son las comunidades que hasta el momento corren más riesgos, según los expertos. Pero el futuro no es nada prometedor para el resto de islas y sus habitantes lo saben.

El aumento del nivel del mar es uno de los impactos irreversibles del cambio climático que el ser humano ha desencadenado con las emisiones de gases de efecto invernadero que sobrecalientan el planeta. El nivel del mar seguirá aumentando principalmente por el deshielo en los polos.

Segundo, la intervención humana se hace sumamente necesaria para el control y afectación de este inminente problema que se avecina.

Hoy en día han surgido algunos posibles proyectos sugeridos por arquitectos, ingenieros civiles y ambientalistas los cuales describiré a continuación:

  • Ciudad Inundable

Afirma que los manglares son los protectores naturales de nuestras costas. Basado en esta premisa, con la creación de una serie de maceteros y piezas escultóricas con forma de árboles de mangle repartidas a lo largo de un nuevo paseo marino crearían sistemas artificiales que servirían de soporte a la vida que se desarrolla en los manglares.

  • Estación Flotante

El inminente incremento del nivel del mar hace necesaria la protección de los manglares. Este proyecto plantea una estructura flotante que funciona como un paseo marino capaz de adaptarse a estas nuevas condiciones y que al mismo tiempo permite el paso libre de las especies marianas hasta los manglares y atrapan la basura flotante antes de que llegue a la costa.

  • Boca Manto

Los desarrollos urbanos alrededor de Boca la Caja son una amenaza para su resiliencia y cohesión. Esta propuesta crea una barrera como un manto, que protege al barrio de la contaminación de los carros que pasan por el Corredor Sur. Además, articula el tejido urbano degradado creando paseos y espacios dignos para las personas del barrio.

Ante este panorama tenemos solos 2 opciones:

  1. Trasladar nuestras actividades a zonas que no estén tan cercas de la costa o en zonas de riesgo por inundación como es el caso de las comunidades ubicadas en el Archipiélago de San Blas donde habita nativos Gunas, quienes en el 2010 pusieron en marcha un plan de traslado a tierra firme y con apoyo de las Autoridades han logrado la construcción de un Centro Sanitario, un Colegio y alrededor de 300 viviendas para el millar de personas que viven en las islas.
  • Adaptarnos al entorno y a nuestra realidad, era una idea que no me había planteado hasta que visite esta galería.

Contemplar las propuestas innovadoras de estos jóvenes panameños, fue algo motivo a prepararme y hacer una proyección de cómo se deben enfocar las actividades, los futuros trabajos y carreras. Ante esta realidad no tendremos que reinventar.

Considero que esta galería debería ser permanente, pues es una herramienta de educación ambiental a todas las personas que visitan el Biomuseo.

Nos sorprenderíamos de la cantidad de personas que, ante las pruebas, consideran que el cambio climático es un problema creado para sacar provecho de la situación o piensan que sus efectos se darán a kilómetros de Panamá. Ante esta cruda realidad, es indispensable la Educación Ambiental no solo en los colegios, sino como proyecto de Estado.

La exhibición culminaba con una actividad que llevaba como título “YO SOY UN PANAMEÑO COMPROMETIDO” y nos mostraban maneras de reducir nuestra huella de carbono, algunas sencillas y otras más ambiciosas.

Yo me comprometí con:

  • Sembrar plantas nativas en mi jardín.
  • Cambiar mis focos por LED.
  • Comprar menos.
  • Ahorrar para comprarme un carro híbrido o eléctrico.
  • Votar mejor para el 2024.

Fotos: Marilyn Diéguez Pinto. Marzo, 8 de 2020.