Por: José Almendra, Osmy Cedeño, Neville Dávila, Brenda Fung, Francisco Morales, Leticia Torres, Ana Villarreal.
Curso Cambio Climático y Medidas de Adaptación. Maestría en Administración de Proyecto de Construcción. Facultad de Ingeniería Civil. Universidad Tecnológica de Panamá.
Profesora: Marilyn Diéguez Pinto
Punta Chame, es un corregimiento del distrito de Chame en la provincia de Panamá Oeste. Este corregimiento cuenta con 256 habitantes según el Censo de población de 2010.
Para llegar a Punta Chame el desvió es de 70 km al oeste de la ciudad de Panamá tomando la carretera Panamericana, pasando los distritos de Arraiján, La Chorrera y Capira, hasta llegar al poblado del corregimiento de Bejuco. Justo a la entrada del pueblo de Bejuco tomamos un desvío a la izquierda que nos llevó hasta Punta Chame, recorriendo otros 13 km. Todo el recorrido en automóvil hasta llegar al poblado de Punta Chame toma unas 2 horas desde la ciudad de Panamá.
Durante el trayecto desde la carretera Panamericana hasta llegar al poblado de Punta Chame pudimos observar que es una península estrecha y larga, bordeada por meandros y esteros, que aún cuenta con cierta cobertura vegetal típica de zona costera como mangle y palmeras, con aguas del Océano Pacífico en ambos lados y con muchas playas. Cuenta con pocos habitantes permanentes y las casas son de lotes amplios, en comparación con las de la ciudad de Panamá, sin embargo también se observó muchas casas de mayor valor económico tipo vacacional o recreativo. Cuenta con escuela, estación de policía, varios hostales y hoteles, restaurantes y comercios pequeños.
Finalizado el trayecto en bus para llegar a Punta Chame, bajamos de este e iniciamos el recorrido a pie en la costa conocida como Playa Norte.
Inmediatamente una brisa fuerte nos recibió y acompañó durante el resto de la caminata. Se nos indicó que esta parte es la que colinda con la bahía de Chame, desde donde se puede apreciar isla Taborcillo, cerro Chame y cerro Campana. Aquí el mar se observa tranquilo, oportuno para bañarse o nadar. Al buscar la forma de la línea de costa se observa que es casi recta, con varios botes pesqueros artesanales encallados en la arena de la orilla, por lo que deducimos que la pesca es una de las actividades a la que se dedican los habitantes. Vimos también que existe una especie de muro o talud conformado por piedras de gran tamaño y concreto, que separa el nivel de la playa actual del nivel de las casas, restaurantes, hoteles y lotes que están en la costa. Continuando la caminata por la orilla vimos varios vástagos de árbol de mangle, sin embargo no vimos ningún árbol de mangle o bosque de mangle cerca a esta parte de la playa.
Es también aquí donde se practican deportes acuáticos como windsurfing, kiteboarding y otros, gracias al viento fuerte propicio para el desarrollo de estas actividades, por lo que se observa la presencia de lo que fue alguna vez el Hotel Nitro City Action Sport, destacado por el desarrollo de deportes extremos, por lo que el turismo de deportes extremos es otra de las actividades que se desarrolla en la localidad.
Debido a su singular orientación hacia el noroeste, se dice que esta es la única playa del Pacífico (en tierra firme) donde se puede tomar el sol en la tarde.
Punta Chame ha sido un atractivo turístico desde hace muchos años, a pesar de que en algún tiempo era disfrutado de manera exclusiva por los habitantes de la zona y lugares aledaños.
El desarrollo de la construcción de la ciudad de Panamá inició con la búsqueda de materiales para la construcción que cumplieran con las características necesarias para alcanzar los estándares requeridos y solicitados, no dejando a un lado el beneficio económico para las personas que se dedicaran al mismo, es por esto que se vio la opción de obtener arena submarina para utilizarla en la construcción, arena que se iba a obtener de manera inmediata y solo debía ser “lavada” para poder ser colocada en los distintos lugares donde se desarrollaran obras civiles en la ciudad de Panamá y zonas cercanas.
Esta extracción desde la década del 70 provocó que la arena sustraída del fondo marino fuera suplantada por la arena de la playa, lo que ha perjudicado a todos los lugareños y han tenido que solicitar al Ministerio de Obras Públicas que construya un relleno de casi dos metros de altura en la playa a solicitud de los residentes del área, en vista de que el agua inunda las casas durante las mareas altas. Aunque parezca algo descabellada la idea de que el mar pueda ingresar a tierra firme, este es un evento que se viene viendo a lo largo de las playas y la extracción de arena acelera el mismo como es este caso.
Enrique Loina, residente de la zona, tiene claro que este problema está relacionado con la extracción de arena submarina. Y es que, asegura, la playa era antes la barrera natural, pero las mareas poco a poco se han llevado la arena para rellenar los huecos que se producen por la extracción.
José Ortega, otro vecino, relató que diariamente llegan a Punta Chame 15 barcazas para recoger arena. Ambos recuerdan que desde la década de 1970 manifestaron su preocupación ante las autoridades. En esa época, agregó Ortega, las extracciones se daban en la playa. 19 de septiembre de 2010.
Los residentes del corregimiento de Punta Chame comentan que la extracción de arena en la zona ocurre desde hace unas 10 décadas y que de allí salían toneladas de arena para la construcción del Canal de Panamá.
Dentro de las amenazas que pudimos encontrar en el área de Punta Chame se encuentran las siguientes:
Las erosiones costeras pueden llegar a ser una amenaza para la vida de las personas, así como para su desarrollo económico y/o turístico.
Los manglares tienen mucha importancia desde el punto de vista ecológico, pero como barrera de protección destaca el hecho de que protegen el litoral contra la erosión costera derivada del oleaje y las mareas, como consecuencia de la estabilidad del piso litoral que las raíces fúlcreas proveen; de otra parte, el dosel denso y alto del bosque de manglar es una barrera efectiva contra la erosión eólica (vientos de huracanes, etc.), protegen el litoral contra los vientos huracanados y otros eventos climatológicos de gran impacto.
Primero que todo debemos tener claro cuál es el significado de vulnerabilidad y a que hace referencia dicho termino que no son más que fenómenos naturales de origen geológico, hidrológico y atmosférico tales como terremotos, erupciones volcánicas, movimientos en masa, maremotos, inundaciones, huracanes, etc. o posibles eventos desastrosos originados por tecnologías peligrosas tales como accidentes provocados por el hombre o por fallas técnicas, representan un peligro latente que bien puede considerarse como una amenaza para el desarrollo social y económico de una región o un país.
El riesgo puede reducirse si se entiende como el resultado de relacionar la amenaza, o probabilidad de ocurrencia de un evento, y la vulnerabilidad de los elementos expuestos, o factor interno de selectividad de la severidad de los efectos sobre dichos elementos. Medidas estructurales, como el desarrollo de obras de protección y la intervención de la vulnerabilidad de los elementos bajo riesgo, y medidas no estructurales, como la regulación de usos del suelo, la incorporación de aspectos preventivos en los presupuestos de inversión y la realización de preparativos para la atención de emergencias pueden reducir las consecuencias de un evento sobre una región o una población.
En nuestro recorrido por esta playa pudimos observar como las personas del área han tenido que buscar algunas formas para proteger sus propiedades producto de que cada vez el agua se acerca más a las edificaciones ocasionando que muchos de ellos pierdan gran cantidad de terreno y obligándolos a vender dichas propiedades por seguridad.
El desarrollo se está propagando hacia los océanos, creando confusas estructuras bajo la superficie del agua. Eso causa estragos en los organismos marinos y en sus hábitats, destruyendo los arrecifes de coral que alimentan las pesquerías y protegen la costa del impacto de las olas.
Y también desestabiliza valiosos ecosistemas costeros, como las salinas y los manglares. Construir sobre sedimentos dragados también implica riesgos para los habitantes, pues ese terreno no es tan estable como la tierra firme o las rocas. La recuperación de terreno también es un riesgo en zonas propensas a terremotos.
Otras de las cosas que pudimos observar es de que las personas no saben ni reconocen la importancia de los mangles. Los mangles tienen varias funciones, como bosque es productor primario vegetal de energía, regulador de humedad, retenedor de carbono, productor de oxígeno, cumple todas las funciones de un bosque. Sin embargo, el manglar por estar en zonas marino-costeras, ricas en nutrientes del mar y del río, alberga fauna de peces y funciona como “sala cuna” de especies como pargos, gualajos, pianguas, cangrejos; una serie de organismos que dependen del manglar para poder sobrevivir. Si acabamos con los manglares no hay pesca.
La protección costera es otra función que cumple este ecosistema. El manglar se encarga de proteger la línea de la franja litoral, sin ellos, el mar se llevaría a su paso la costa y sería una problemática asociada con la erosión. Alrededor de los manglares se tejen muchas relaciones biológicas, pero no podemos desconocer las físicas y sociales.
Debemos tener en cuenta que la conservación del mangle es de suma importancia, pues es en él en donde se desarrollan gran parte de peces y crustáceos sobre todo en su etapa larvaria. Los manglares ayudan a protegernos de efectos climáticos adversos, minimizan los desbordamientos en épocas de lluvia, retienen sedimentos y se convierten en la primera línea de defensa de la franja costera. La destrucción de los manglares y la afectación del flujo natural del agua hacia el mar, especialmente si las lluvias torrenciales coinciden con las mareas altas, se convierten al final en potenciales trampas de muerte. El daño al manglar es algo irreversible, definitivo, de gran daño al medio ambiente.
A primera vista observamos que los pescadores artesanales que viven alrededor de la Bahía de Chame han optado por tratar de controlar los embates del mar colocando a lo largo de la línea de costa unas enormes piedras para tratar de mitigar los efectos de socavación de las olas cuando sube la marea. Esto les resulta temporalmente ya que el agua arrastra el material granular más pequeño que se encuentra suelto detrás de las grandes rocas dejando enormes cavernas que a la larga permiten que dichas rocas terminen nuevamente en el mar.
Observamos diferentes formas en que los moradores de residencias y de locales comerciales que allí se encuentran han colocado para tratar de evitar que el mar arrastre sus propiedades con el constante ir y venir de las olas.
Taludes revestidos de concreto, revestidos de concreto y piedra tipo zampeado, muros estructurales de contención, taludes semi–curvos, piedras enormes traídas desde otros sitios.
Parte de la costa frente a un local donde los desechos como las ramas traídas por el mar sirven para mitigar el efecto de las olas. Adicional se observa que la maleza no ha sido removida para evitar dejar expuesto el suelo y que el mar siga socavando.
Dentro del pronóstico a mediano plazo:

Dentro del pronóstico a largo plazo:
Los moradores de Punta Chame son conscientes de cómo con el pasar de los años se ha ido desmejorando el entorno de sus costas, debido a varios factores humanos que impactan grandemente en sus comunidades. Por lo cual han tomado algunas medidas para adaptarse al cambio constante que se produce por el cambio Climático.
Dentro de los principales factores que han impactado esta comunidad están:
La misma se realizó sin un estudio de las corrientes marinas que anteriormente cruzaban de una costa a otra, y que ahora al tener la barrera formada por la vía de la carretera, no se puede dar el intercambio del flujo de corrientes, lo cual ha creado zonas en forma de lagos donde se retiene el agua de mar.
Las autoridades han otorgado concesiones de extracción de arena sin realizar estudios de la afectación que conlleva realizar esta práctica en una zona cercana a la costa; en lugar de realizarla mar adentro como deberían haberlo hecho.
Por diversos factores cada año el mar entra a nuestras costas a un ritmo acelerado. Es por esto que el frente de playa que anteriormente estaba alejado varios metros, hoy en día ha entrado depositando arena a más de 20 m en zonas de tierra firme.
En el recorrido pudimos observar la falta de la especie típica de las zonas costeras como lo es el Mangle, el cual es muy útil en la recuperación de las costas. Al parecer a los residentes del frente de playa les molesta el crecimiento de este tipo de especie
Se observaron varias medidas de protección que están utilizando para cuidar de la entrada de la marea y de la deposición de arena y arrastre del suelo, los dueños de las propiedades.
Enrocados: al ser flexibles duran un poco más; pero esto no evita el avance del mar en las zonas vecinas a la protección realizada.
Muros de hormigón: al ser rígidos se fracturan, socavación de la cimentación, pérdida de la inversión.
Las observaciones anteriores hacen patente la necesidad tomar medidas, tanto a nivel local como regional y nacional tendente a mitigar, por un lado y adaptarse, por otro, a los efectos del cambio climático en las costas cabe señalar las siguientes recomendaciones:
Realización de mapas basados en el índice de vulnerabilidad; Promover la creación de una gran base de datos centralizada e integrada en un SIG para gestión de la costa.
Impulsar programas de concienciación de gestores y técnicos en los diferentes ámbitos de las administraciones públicas.
Fomentar la puesta en marcha de programas de Educación Ambiental con contenidos sobre los potenciales efectos del cambio climático en la costa.
Incorporar el cambio climático en cualquier estudio y planeamiento del litoral como un elemento más de la Gestión Integrada
Evitar o minimizar cualquier tipo de actuación conducente a la desestabilización de la línea de la costa.
Facilitar la migración hacia el interior de zonas de marismas y humedales favoreciendo las estrategias de retroceso; En zonas altamente vulnerables evitar futuros desarrollos en zonas de retroceso.
Favorecer la implementación de una gestión integrada de la zona costera en la que se incluya los potenciales efectos del cambio climático como un elemento más a considerar.
Favorecer un planeamiento y ordenación del territorio anticipándose al cambio climático; modificación de usos; adaptación de normas de edificación en zonas vulnerables; protección de ecosistemas en peligro, etc.
Introducir en el diseño de nuevas infraestructuras costeras el efecto del cambio climático en la vida útil de la obra.
Re-evaluar las infraestructuras en zonas de alta vulnerabilidad.
1. enlodados.com. [En línea] 30 de mayo de 2012. [Citado el: 27 de octubre de 2018.] http://www.enlodados.com/2012/05/playa-punta-chame/.
2. [En línea] [Citado el: 27 de octubre de 2018.] http://www.panamaface.com/attractions/playa-punta-chame/
3. Losada, Iñigo. El cambio climático en las zonas costeras; previsiones y estrategias de adaptación. Universidad de Cantabria.
4. Piragua-Fuego y Agua. [En línea] 19 de abril de 2018. https://piraguamdp.com/2018/04/19/gira-a-zona-costera-de-punta-chame-2018/.
5. Eco portal.net. [En línea] 21 de mayo de 2009. : https://www.ecoportal.net/temas-especiales/biodiversidad/la_importancia_de_los_manglares/.