Parque Natural Metropolitano: “Pulmón de la Ciudad de Panamá”

Por: Luis Vergara, Eyda Meneses y Johanna Rincón. Marzo, 3 de 2020.

Curso avanzado de Cambio climático y medidas de adaptación. Maestría. Facultad de Ingeniería Civil. Universidad Tecnológica de Panamá.

El Parque Natural Metropolitano se originó con los primeros planes de uso del suelo del Canal en 1974 y fue inaugurado el 5 de junio de 1988, Día Mundial del Ambiente. Al año siguiente, el área del Parque se convirtió en un centro de entrenamiento para las Fuerzas de Defensa de Panamá (FFDD). En la actualidad, el Parque cuenta con planes de Manejo y Operativo.

El Parque Natural Metropolitano está ubicado en el corregimiento de Ancón, distrito de Panamá, entre la Ave. Ascanio Villalaz, la Ave. La Amistad y la Ave. Juan Pablo II; frente a esta última se encuentran sus oficinas principales. Es la única área protegida de Centroamérica situada dentro de los límites de una ciudad metropolitana.

El parque está conformado por once polígonos que abarcan una extensión de 232 hectáreas y 1 159,43 m2. Entre los atractivos con los que cuenta están varios senderos y miradores. Estos son: Los Momotides, Los Caobos, El Roble, Camino del Mono Tití, La Cienaguita, Los Guayacanes, Interpretativo Dorothy Wilson; miradores Los Trinos, Los Caobos, Cerro Cedro; y el recorrido a través de la Grúa del “Dosel del Bosque”.

La preservación del parque permite tener un área natural que contribuye a mantener, en particular, un equilibrio entre el medio natural y el entorno urbano que lo rodea. Busca prevenir la contaminación y propiciar un ambiente sano, que brinde a la población mayores oportunidades de esparcimiento al aire libre. Este espacio es propicio para la recreación dirigida, la interpretación de la naturaleza, la educación ambiental y la investigación ecológica, entre otras actividades, y la conservación de los recursos naturales tales como la flora y la fauna.

Maravillas del bosque: vegetación, flores, senderos y Mirador.

El recorrido del pasado 16 de febrero, se realizó en el sendero Los Caobos que conecta con el sendero El Roble. El sendero de Los Caobos fue inaugurado en 1995, llamado de esta forma por el árbol de caoba (especie reintroducida al parque) que se puede apreciar durante su recorrido. Su trayecto tiene una longitud de 0,9 km; que se recorre, a buen ritmo, en aproximadamente una hora. Su dificultad es moderada.

Antes de comenzar a explorar las maravillas del PNM, justo en la entrada del sendero Los Caobos, recibimos una breve introducción de la profesora (guía) quien nos daba algunas recomendaciones. Teníamos que ser cuidadosos, mirar dónde íbamos a pisar, y en caso de resbalarse, no tratar de sostenernos de alguna planta, árbol o algún compañero, porque él o nosotros podíamos salir lastimados. El compañero, por estar desprevenido; nosotros, porque no sabríamos de qué nos estábamos agarrando o qué había sobre la rama, planta, bejuco a la que echábamos mano; entre otras cosas.

Una vez que entramos, la profesora nos mostró varios árboles y nos preguntó cuál es la particularidad de algunos de ellos en cuanto a sus raíces. Algunas son superficiales (en los trópicos), otras profundas (principalmente, regiones templadas). Las raíces de los árboles en los trópicos están adaptadas a la disponibilidad de nutrientes; en general, son sub superficiales.

Otros factores propios de los bosques tropicales son la humedad -siempre alta- y las elevadas temperaturas que influyen sobre la actividad metabólica de los microorganismos. Estos participan en la descomposición rápida de toda la materia orgánica que está en la superficie: hojas, restos de animales, semillas, ramas, frutos, flores. Las lluvias, que en los trópicos suelen ser torrenciales, lavan los suelos y arrastran todos los minerales que resultan del proceso de descomposición. De allí se deriva el desarrollo de esas adaptaciones al nivel de las raíces en la vegetación.

En algunos árboles, próximos al sendero, se podían ver las raíces cortadas de árboles por donde pasaba el cordón marcado del sendero, obras realizadas por el ser humano. Esto aumenta la vulnerabilidad del árbol al afectar su capacidad de fijación o amarre al suelo. Las raíces ayudan a sostener el árbol para que no se caiga y son igual de grandes que la parte del árbol que sobresale (copa del árbol: ramas y hojas).

También nos introdujo sobre el tema de la competencia entre las diferentes especies de la vegetación, la que se da por los espacios y por la luz. El claro (la luz) que se crea dentro de un bosque cuando algún árbol cae, hace que las especies que están abajo compitan por ocupar ese espacio iluminado. La diversidad que hay en un bosque hace que se establezcan relaciones entre las especies, y que una especie controle a la otra, evitando que sean una plaga.

En los suelos descubiertos, con pérdida de nutrientes, se establecen las especies pioneras como la chichica y el guarumo. Estas especies crecen en áreas alteradas, con pérdida de vegetación y empobrecidas en cuanto a nutrientes. Las especies pioneras mejoran las condiciones del suelo, propiciando la recuperación de los nutrientes; esta mejoría de las condiciones resultan favorables para otras especies más exigentes que vienen a desplazar a las especies pioneras. Es así que los bosques juegan un papel importante en el ciclo natural del carbono, puesto que la vegetación captura el dióxido de carbono de la atmósfera durante el proceso de fotosíntesis y lo transforma en compuestos orgánicos. Durante la respiración y la descomposición de las plantas, parte del carbono es liberado a la atmósfera. De esta manera, un área que estuvo degradada puede volver a participar en la captura del dióxido de carbono.

Más adelante la profesora guía, nos explicó sobre la copa de los árboles. Dado que este es un bosque tropical seco, la vegetación pierde sus hojas cuando está finalizando la temporada lluviosa y se acerca la temporada seca. El agua que se encuentra en el tronco se tiene que mantener durante toda la estación seca, hasta cuando llegue la nueva temporada lluviosa. Para reducir la evapotranspiración es que los árboles dejan caer sus hojas; así pueden retener el agua.

Otro efecto importante de las hojas que han caído de los árboles y cubren el suelo (hojarasca) es que «alimentan» el suelo del bosque, ya que generan humus y nutrientes a partir de los procesos de descomposición y mineralización. Se da la recuperación de los nutrientes a partir de la actividad de los microorganismos; estos vuelven a ser utilizados por la vegetación. Gracias a ello, retornan al suelo los bioelementos necesarios para mantener su productividad. Además proporcionan alimento a los organismos contenidos allí y benefician la gran diversidad de árboles que hacen uso de los nutrientes.

A medida que se recorría el sendero Los Caobos, que está marcado por un cordón de piedras, se observó una flor desconocida por nosotros. Esta flor es llamada flor de la pasión (Passiflora – desde la época colonial), y tiene propiedades medicinales. Se le llama pasiflora perfumada o granadilla de monte. Pudimos investigar que «es un bejuco trepador nativo de las áreas tropicales». Esta flor presenta un color muy llamativo de color rojo escarlata, son solitarias, pueden o no tener olor y florecen en el verano. La pasiflora constituye uno de los mejores remedios contra todo tipo de manifestaciones nerviosas y relaja el organismo, muy adecuada en aquellas situaciones de estrés.

Llegamos a la parte más alta del Sendero, donde se encuentra un mirador llamado “Mirador los Caobos”. Desde allí se enmarca un bello cuadro de plantas y se puede apreciar la diferente vegetación, que incluye los árboles de Caoba, además de permitir una vista hermosa donde se aprecia la Ciudad de Panamá. Este mirador tiene una altitud de 72 m.s.n.m.

Durante la gira pudimos observar la diversidad de árboles y conocer de cómo determinar el estado de un bosque, en cuanto a su edad relativa. A través de la presencia de lianas o bejucos, y sus respectivos diámetros. Entre más jóvenes sean los bosques, mayor será su capacidad para absorber dióxido de carbono. Los bosques jóvenes presentan árboles de menores diámetros y alturas, y una mayor densidad de individuos por superficie.

Se pudo apreciar una buena cantidad de individuos de guarumo durante el recorrido; en la margen del camino y en los claros dentro del bosque. Sobre esta especie se comentó que es una especie pionera, de hojas grandes acorazonadas. Su tronco recto y hueco ha permitido su uso por nuestros antepasados para crear conductos de agua. Es una especie que requiere pocos nutrientes y ayuda a recuperar la fertilidad de los suelos; también es una de las comidas preferidas del perezoso. Las hojas del guarumo, adicionalmente, tienen propiedades narcóticas y sirven de medicina en beneficio de la salud del ser humano; animales domésticos y silvestres.

Según íbamos avanzando -nos movíamos en descenso- se pudo notar varios letreros con información del Parque Natural Metropolitano, entre ellos el del Mono Tití. Luego llegamos a un área un poco plana, que cuenta con unas bancas, propicias para el descanso y la observación. A unos escasos metros se ubica un arroyo seco. Al fondo, y en lo alto, se encuentra un inmenso árbol llamado barrigón que posee estrías verticales. En la parte baja, antes de las raíces de contrafuerte, su tronco es más ancho y redondo que el resto. En su interior, este árbol, acumula agua con muchas sustancias químicas en solución; estas, pueden ser perjudiciales. Según comentan, en ciertas comunidades del interior e indígenas, lo usan para dárselo de tomar a las personas que no son de su agrado, ya sea por algún agravio, mal gesto o una actitud negativa hacia sus moradores.

También se pudo ver el Cuipo en esa misma área, que es el árbol más grande de los bosques, y puede crecer 60 metros de altura. Su tronco es recto y contiene círculos horizontales al suelo, y llega a presentar un diámetro de hasta 2,5 metros. Este árbol es usado por el águila arpía, para construir sus nidos. Este árbol queda sin hojas entre los meses de diciembre y enero para reverdecer hacia el mes de mayo.

Luego conectamos con el sendero El Roble, que se hizo operativo en 1998 con el propósito de evitar que los guías y los grupos en giras educativas tuviesen que transitar a orillas de la avenida Juan Pablo II. El sendero tiene un trayecto de 0,7 km, y a una cierta distancia se encuentra una pequeña laguna artificial habitada por tortugas, peces y otros animales que están en el área.

Continuamos caminando y llegamos donde está ubicado el Mariposario Metropolitano, un albergue de mariposas, para estudio, reproducción y conservación.

En conclusión, la experiencia que tuvimos de esta gira educativa al Parque Natural Metropolitano, llamado el pulmón de la ciudad de Panamá, es que los bosques bien gestionados ofrecen un ambiente sano y hermoso, que benefician a las personas que lo visitan y a los animales que lo habitan. De gran importancia la hojarasca que alimenta los suelos del bosque que genera humus y nutrientes, y proporciona alimentos a los organismos que allí conviven.

El interés por la naturaleza, de conservación y protección, es importante fortalecerlo. Tenemos un atractivo en nuestro país, el Parque Natural Metropolitano. Es muy importante que desde muy pequeños, aprendamos a respetar y a valorar la naturaleza.

Finalmente fue trayecto hermoso porque se sentía diferente cuando estábamos al fondo del bosque, el silencio, la calma; el aire se sentía puro y percibíamos una temperatura fresca, diferente a lo que fue el inicio y a la salida del sendero Los Caobos. “Fue un ambiente relajado”.

Gira al Parque Natural Metropolitano

Por: Galia A. Flores R. 2020. email: g11flores@hotmail.com

Curso avanzado de Cambio climático y medidas de adaptación. Maestría. Facultad de Ingeniería Civil. Universidad Tecnológica de Panamá.

Puedo relatar que fue una experiencia maravillosa ya que es la primera vez que voy a un parque teniendo una guía de lujo como lo es usted, Profesora Marilyn Diéguez.

Como una introducción a este informe quisiera agregar esta información sobre el Parque Natural Metropolitano (PNM). Está conformado por 11 polígonos que abarcan una extensión de 232 hectáreas y 1 159,43 m2. Este territorio es uno de los últimos refugios del casi desaparecido bosque seco tropical del Pacífico Centroamericano.

Los árboles presentan raíces zancudas, de contrafuertes u otras formas como estrategias adaptativas.

La propuesta de crear un área protegida en donde hoy se localiza el Parque Natural Metropolitano se originó en los primeros planes de uso de suelo del Área del Canal hacia 1974, antes de que se asegurasen la reversión de las tierras canaleras al estado panameño. En 1983 se declaró el Área Recreativa de Curundú y un año después se realizó una gira presidencial. A raíz de esta visita se presentó una propuesta de crear un área protegida denominada “Parque Natural Metropolitano” (PNM), el cual fue aprobado mediante la Ley N°. 8 del 5 de julio de 1985.

El 5 de junio de 1988, Día Mundial del Ambiente, se inauguró el Parque Natural Metropolitano. Un año más tarde, se crearon tres coordinaciones: de Protección, de Educación Ambiental y de Mantenimiento.

Letreros colocados en los senderos para la interpretación ambiental por parte de los visitantes.

En 1989, el área del Parque Natural Metropolitano se convirtió en centro de entrenamiento para las Fuerzas de Defensa de Panamá (FFDD). Las FFDD restringieron el acceso de los visitantes a fin de evitar conflictos. La Alcaldesa del distrito de Panamá y Presidenta del Patronato, de ese entonces, Lic. Jilma Noriega de Jurado, ordenó el cierre del Parque al público.

Actualmente, el Parque Natural Metropolitano cuenta con los planes de Manejo y Operativo. El Parque es administrado por un Director General, figura que fue introducida en 2008. El Parque cuenta con personal especializado en Educación Ambiental, Investigación e Interpretación de áreas protegidas, guías bilingües con amplios conocimientos en Interpretación, guardaparques altamente preparado para la protección, un cuerpo de seguridad, personal administrativo, personal de mantenimiento, mercadeo y promoción, planes de voluntariado, prácticas profesionales y pasantías internacionales, entre otros.

El Parque ha firmado diversos convenios de cooperación con organismos nacionales e internacionales, entre los cuales podemos mencionar: Universidad Tecnológica de Panamá, Cleveland Metroparks, Ministerio de Educación y otros.

Senderos en el PNM.

Dentro de la Gira conocí la historia de muchos árboles como, por ejemplo:

  • El cuipo que es el árbol más grande del bosque y se encuentra en el área más madura de este, y en él, el águila arpía hace su nido. Este árbol tiene anillos transversales y existe la hipótesis que la distancia entre uno y otro podría hablarnos de períodos de años secos o lluviosos. El cálculo de la edad de los árboles en los trópicos se dificulta por la poca diferencia entre estaciones durante el año. Quizá, observar por una buena cantidad de años el crecimiento y número de anillos podría permitirnos calcular la edad promedio del mismo.
  • Palma de Bellota o Petaquera Se usa para hacer el sombrero pintado panameño.
Palma de bellota o petaquera
  • Árbol de Guarumo. En este habitan los perezosos, que se alimentan de sus hojas.
  • Las Lianas, sus semillas germinan arriba de los árboles
  • Los Bejucos, sus semillas germinan en el suelo y buscan un árbol para apoyarse y crecer.  
Lianas y bejucos.
  • También puedo mencionar dentro de lo aprendido que donde hay Chichica ha habido alguna alteración reciente en el bosque; esto quiere decir que son especies pioneras.
  • Que entre más joven sea el bosque, su capacidad es mayor para capturar bióxido de carbono.
  • Que un bosque joven o porciones de bosques jóvenes dentro de un bosque maduro tiene entre sus características una mayor densidad de árboles por área, menor cantidad de lianas y bejucos, y troncos delgados.
Forma de raíces (contrafuertes, sub superficiales)

Para finalizar admito que llegué un tanto estresada por el viaje, pero puedo mencionar que -a pesar de que me tuve que levantar a las 3:00 a.m. para ir viajando a las 4:00 a.m. desde Santiago de Veraguas hasta la ciudad Capital-, ya en el recorrido, al estar dentro de la naturaleza en el centro de la ciudad -increíble pensarlo pero así es-, se me olvidó la madrugada, y no me di cuenta cuándo se me quitó la migraña por el estrés. ¡Todo se fue! Lo comentábamos entre los compañeros. De verdad que sí es una terapia, a otro nivel, pues pensé: ahorita que me toca manejar de regreso, de nuevo viene el estrés. Pero no. Llegué hasta mi destino totalmente relajada y contando en casa todas las anécdotas vividas y lecciones aprendidas. Es mas, quedé en llevar a mis hijos a realizar el recorrido posteriormente.

De mi parte profesora le puede expresar que son muy interesantes e instructivas sus giras ya que usted data de mucho conocimiento, los cuales hay que absorberlos; y lo importante, es que a usted le gusta compartirlos. Muchas gracias, y esperando que vengan muchas giras más para seguir nutriéndonos de su intelecto.

GIRA ACADÉMICA AL PARQUE NATURAL METROPOLITANO (Panamá)

Por: Fernando Fernández González. Fecha de Gira: 2020/febrero/16

Curso avanzado de Cambio climático y medidas de adaptación. Facultad de Ingeniería Civil. Universidad Tecnológica de Panamá

Si un día antes del 16 de febrero de 2020, me hubiesen dicho lo maravilloso que sería la visita al parque, lo hubiera creído; sin embargo, lo que no vislumbraba era que esa expectativa sería rebasada. El simple hecho de estar en contacto con una extensión de mi propio ser (la naturaleza) me elevó a niveles espirituales impensables. Aquel día, cualquier incomodidad propia del esfuerzo físico se vio opacada por el inmensurable conocimiento adquirido en las pocas horas que duró el recorrido a través del sendero de Los Caobos (figura 1).

Figura 1. Senderos del PNM.

En los renglones siguientes compartiremos las anécdotas vividas y los conocimientos adquiridos.

Momento antes de ingresar al sendero de Los Caobos, muy atinadamente nuestra guía y facilitadora, Profesora Marilyn Diéguez, dejó por sentado criterios universales que debemos tener en cuenta al realizar este tipo de actividad. Recordamos, entre otros, no generar ruidos extremos, evitar el contacto físico con los habitantes del bosque -por razones sobre todo de seguridad-, y evitar alterar las condiciones del ecosistema encontrado.

Acto seguido emprendimos el recorrido, con la recomendación explícita de tratar de encontrar en el bosque las evidencias de su función como sumidero de dióxido de carbono. A pocos metros de la entrada del sendero, se encontró el tronco-raíz de un árbol muerto. En él se constata que en las zonas tropicales, los árboles no desarrollan una raíz principal profunda, sino que sus raíces suelen ser sub superficiales. Al estar dentro de un bosque tropical seco, a través del árbol caído, pudimos comprobar que sus raíces eran sub superficiales, lo que repercute en que tienen mayor riesgo de sucumbir antes los vientos si las raíces son cortadas (figura 2), por diferentes obras o proyectos de construcción (los árboles pierden su capacidad de fijación al suelo y son mas inestables).

Un poco más adelante la profesora explicaba que los bosques tropicales tienen la característica que entre sus habitantes hay una gran variedad de especies de árboles, y a la par, pocos individuos de cada especie, lo que es indicativo del equilibrio dentro del ecosistema. Una gran cantidad de conexiones se establecen entre las diferentes especies lo que les confiere gran estabilidad.

Figura 2. Raíces de contrafuerte, cortadas (izquierda); tronco caído, con raíces sub superficiales (derecha).

Ya más adelantados, dentro del bosque, donde el ruido de los autos era imperceptible, un ambiente de paz interior nos invadía, propicio para que el conocimiento, las ideas y el intercambio fluyeran cual torrente de un manantial. Quedaron entonces divagando en el pensamiento de los presentes información cavilante tal como:

  1. Antiguamente el ser humano al trabajar la tierra, sin mucho conocimiento científico, sabía que es necesario dejar que descanse por un periodo de tiempo para que se recupere.
  2. El agua para riego saliniza el suelo en detrimento de sus características fértiles.
  3. El uso de fertilizantes, agroquímicos y plaguicidas desestabilizan los bosques.
  4. Que el café contribuyó, en gran medida, al desarrollo humano.
  5. Que en los bosques al morir un árbol (por ejemplo en el PNM), el espacio ocupado por el mismo es tomado por las especies pioneras, tales como el guarumo. Este presenta características narcóticas y medicinales, entre otras.
  6. Que en los bosques el diámetro de los árboles, la densidad de estos y el grosor de los bejucos dan cuenta de la edad del bosque.
  7. Que los bosques jóvenes al tener un metabolismo más rápido son mejores sumideros de dióxido de carbono que los bosques maduros; pero que, sin embargo, los bosques maduros son más eficientes en el proceso.
  8. De cómo el árbol llamado barrigón, almacena agua en su tronco, y que por testimonios de algunos, beber de aquel agua produce una rara enfermedad que se caracteriza por la inflamación del estómago.

En fin, lo que se ha plasmado es este escrito de dos páginas, es una fracción minúscula de toda la información que fluyó durante el recorrido por el sendero de Los Caobos; seguramente se requerirían un sinnúmero de páginas para poder recoger toda la experiencia.

Al final el interés de este extracto es despertar la curiosidad científica del que lo lee.