Uso de la biodiversidad. Un recorrido por el Biomuseo

Por: Teodolinda Pérez Rodríguez. 2020.

En la Vitrina de la Biodiversidad, en una de sus secciones, se detallada de forma muy sencilla las aplicaciones o utilidad que se le da a la gran diversidad biológica de nuestro país, Panamá.

Figura 1. Guacamaya y víbora de pestaña en tamaño a escala.

Un pasillo en donde los protagonistas principales son la flora y la fauna panameña. En donde los colores verdes, amarillos y rojos en el mural de la pared reflejan nuestra riqueza biológica y su condición actual, un reducido espacio para dar explicación a tan importante aportación de la naturaleza al servicio de la humanidad.

El patrimonio natural de un país está constituido por la riqueza natural del mismo. El mal manejo de la fauna y la falta de protección de la misma, conlleva a la disminución de las poblaciones y/o especies.

En dos paredes que pertenecen a esta sección del Biomuseo se trata de explicar los beneficios que nos brinda el medio natural, utilizando una clasificación de colores en donde cada color representa una de estas características: especies que han sido descubiertas, aquellas que han desaparecido -ya sea por intervenciones antropogénicas vinculadas a la sobreexplotación de recursos, pérdidas de hábitats, cacería, extracción o contaminación- y aquellas que nunca se podrán conocer porque desaparecerán antes de que sean descubiertas por la humanidad.            

Figura 2. En la parte inferior, se observa un hongo con micorrizas (estructura como red de color blanco).

Es posible en esta galería, la visualización a escala de especies de nuestra fauna. Tal es el caso de especies como: guacamaya y víbora de pestaña. Esta, nos reflejan la belleza que podemos observar en nuestro país.

Seguidamente en vitrinas, se observa, a modo de simulación y a escalas pequeñas, la interacción entre las poblaciones de plantas y animales reflejando la importancia y dependencia que existen entre ellas. La desaparición de uno involucra su alteración y consecuentemente la desaparición de otros.

En otra de estas vitrinas se hace alusión a aquellos hongos que crecen en nuestros bosques y se asocian con las raíces de algunas plantas para formar estructuras denominadas micorrizas. Son expuestos trabajos realizados por científicos de nuestro país y de otras latitudes, que se adentran en el medio natural en la búsqueda de nuevas especies de plantas para su identificación, permitiendo el incremento de nuestra diversidad biológica.

En una pantalla se observa, mediante un video, cómo a través del estudio de la flora a nivel biológico y químico se ha logrado la extracción de compuestos químicos (metabolitos) para ser utilizados en la industria farmacéutica o cosmética, etc.

Figura 3. Estudio de plantas para la extracción de compuestos químicos.

Una rampa es el ingreso escogido para dar la bienvenida al visitante a la sala de La Biodiversidad dando la imagen de que en el entorno natural, encontraremos ese impulso para resolver muchas dudas y encontrar diversas aplicaciones que beneficien al ser humano.

Ver tantos ejemplares en la sala motiva al observador a la necesidad de valorar, proteger y cuidar tanto la fauna y flora que poseemos. Las investigaciones realizadas han arrojado que en nuestra riqueza animal y vegetal se encuentran secretos insospechables que si se estudian a fondo podrían ser la solución a muchas enfermedades existentes e inclusive servir de inspiración para suplir las necesidades que imperan en un mundo en donde se busca el bienestar de los humanos.

Termino con las palabras del ecólogo de la Universidad de Arizona (EE UU) Donald Falk:   

«Las especies son como ladrillos en la construcción de un edificio. Podemos perder una o dos docenas de ladrillos sin que la casa se tambalee. Pero si desaparece el 20 % de las especies, la estructura entera se desestabiliza y se derrumba. Así funciona un ecosistema».

Estudiante: Teodolinda Pérez Rodríguez. Informe de Gira al Biomuseo. 

Asignatura: Cambio climático y medidas de Adaptación. 

Profesora:  Marilyn Diéguez.

Informe sobre la gira a la zona costera de Punta Chame

Emma González, Melvin Madrid, Michell Morán, Abraham Moreno y Arianne Pineda. 2019, 11 de abril.

CURSO AVANZADO DE CAMBIO CLIMÁTICO. Programa de Maestría en Ciencias en Ingeniería Ambiental. Universidad Tecnológica de Panamá.

Profesora: Dra. Marilyn Diéguez Pinto. Revisión y edición final.

INFORME

«Gira zona costera. Guía de trabajo y presentación de informes”

1. Características observadas en la zona de estudio (naturales, hechos humanos, actividades productivas).

«Tercera» playa Punta Chame

Punta Chame es un corregimiento del distrito de Chame de la Provincia de Panamá Oeste, ubicado a unos 76 kilómetros de la ciudad de Panamá.

Al llegar a la playa de Punta Chame, el 24 de marzo, se pudo observar las aguas transparentes del océano Pacífico que bañaban la arena que alcanzaban, durante el período de marea baja. A lo lejos se observan colinas y montañas de vasta extensión. Cerca de la costa hay gran cantidad de piedras apiladas unas sobre otra, troncos de madera y basura que pudieron haber sido arrastrados por el mar. En cuanto a la vegetación costera, se observan palmas de coco y algunos árboles frutales.

Es temporada seca, y se perciben vientos fuertes, lo que es propicio para las actividades deportivas que se desarrollan en esta playa. Se observó personas practicando deportes extremos como Paddle Surf Waves (remar sobre las olas) y kitesurf. También se pueden observar casas del poblado y residenciales turísticos muy cerca de la línea de costa, y frente a estas residencias se observan pequeños muros de piedra, concreto y un muro en especial de PVC.

Se nos indicó que en la bahía de Chame desembocan cuatro ríos: Capira, Salado, Sajalice y Chame. Estos ríos tienen un caudal grande y aportan bastante sedimento.

Figura 1: Vistas panorámicas de la playa de Punta Chame, hacia el interior de la bahía de Chame, en donde se pueden observar la belleza de las costas del Pacífico y las actividades realizadas por el ser humano.

Algunos datos importantes del poblado de Punta Chame. Antes de 1972 era un lugar donde los pobladores cultivaban la tierra para luego vender sus productos en la ciudad y comprar lo que no producían. En el pasado, cuando habían salinas en el área, se daba el intercambio de sal por carne con los poblados cercanos. Los lugareños pescaban para el consumo, porque vender el pescado implicaba ir hasta la ciudad y, debido a la distancia, el mismo no se conservaba en buen estado. Después de 1972 se construyó la carretera lo que permitió el acceso a este sitio mejorando las actividades que allí se desarrollaban y dándose cambios profundos en los sistemas de producción y la tenencia de la tierra.

Actualmente las principales actividades que se desarrollan en Punta Chame comprenden la pesca y el turismo, y dentro de esta actividad se desarrollan deportes acuáticos extremos.

Figura 2: Las principales actividades de que se desarrollan en las playas de Punta Chame son: la pesca, el turismo y algunos deportes extremos en el mar.

2. Reconstrucción de su pasado reciente (entrevistas/consultas)

La península de Punta Chame, en el oeste de Panamá, sufre un «serio desgaste» en sus costas relacionado a la extracción de arena. Chame es un área de acumulación de arena por naturaleza, y ese material está siendo extraído del lugar para ser usado en la construcción y otras industrias.

La arena de las playas juega un papel esencial en los ecosistemas ya que, además de albergar a gran cantidad de especies, protege las costas de tormentas y fenómenos atmosféricos intensos. La arena es también una materia prima cuya demanda crece tan rápido como los problemas que conlleva su explotación.

Son varios los motores que han disparado la demanda de arena en la zona de estudio. La expansión urbanística es la que ejerce mayor presión ya que es un ingrediente clave en materiales de construcción como el hormigón, el asfalto o el cristal.

EFECTOS DE LA SOBREEXPLOTACIÓN EN LA ZONA

La sobreexplotación de este recurso en Punta Chame, considerado equívocamente ilimitado, tiene impactos a nivel ambiental, económico, político y social. Afecta a la biodiversidad de la zona costera dañando las redes tróficas. Además, tiene efectos negativos sobre la producción y obtención de alimentos para las comunidades locales, como lo expresaron las personas de la comunidad entrevistadas durante la gira. Asimismo, el transporte de arena de una playa a otra puede facilitar la expansión de especies invasoras o dar lugar a la formación de aguas estancadas que favorecen la dispersión de enfermedades infecciosas.

La extracción de arena ha ido aumentando la vulnerabilidad de la costa a la erosión. La disminución de sedimentos en la playa ha provocado en los últimos años una mayor desprotección de la costa frente a efectos del cambio climático como la subida acelerada del nivel del mar. También ha aumentado la frecuencia y volumen de entrada del mar a los acuíferos con lo que se pierden fuentes de agua dulce. Debido a esto los residentes han tenido que realizar inversiones para colocar protecciones en la zona, a los negocios y residencias más próximos a la playa. Entre estos podemos mencionar los muros de rocas y de tablaestacas de plástico (figuras 3 y 4).

Figura 3. Construcción de muros de concretos frente a propiedades en Punta Chame.

Varias son las medidas implementadas para la protección de las infraestructuras en el poblado y la zona costera de Punta Chame. La construcción de rompeolas, muros dotados de «llorones» (ojos de agua) para permitir la salida del agua lluvia y la protección natural creada por hierba y plantas que aportan una amarre y fijación del suelo, representan la suma de ellas. Sin embargo, en parte de la figura 4 es posible observar que la erosión del otro lado del muro se sigue dando.

Figura 4. Muro construido con tablaestacas de PVC.

Por otra parte, la minería en playas y fondo marino excede la capacidad de reposición del material en la naturaleza. La problemática aumenta debido a que es uno de los recursos más explotados en todo Panamá, y la zona de estudio “Punta Chame” es una de las zonas costeras más afectadas.

La extracción de arena en la zona, aparte de provocar erosión pone en peligro la seguridad de los bañistas; ya que en los últimos tiempos muchos de los accidentes acuáticos que han terminado en tragedia han ocurrido en playas donde se ha extraído arena indiscriminadamente. Esto sucede ya que al verse modificada la morfología de la playa por la extracción, hay un mayor impacto de las olas en la costa. Por otro lado, el cambio en el punto de cierre de las olas asociado al aumento del nivel del mar, ubicándose más próximo a la costa, condiciona la perdida de fuerza del oleaje y permitiendo que este llegue, aun, con mucha energía a la orilla. En adición, se forman taludes mayores a poca distancia de la costa, y fondos irregulares, con oquedades -como ollas o pailas- que representan un riesgo para los bañistas.

Adicional a la problemática mencionada anteriormente, en la zona costera de Punta Chame, previo a que se diera inicio la extracción de arena «de fondo marino» dentro de la bahía, se observaba una gran abundancia de poliquetos (el poliqueto es un gusano marino rico en proteínas, utilizado para la alimentación de las larvas del camarón criados en estanques, y se extraen de los bancos de arena y fango). Los moradores y pescadores de la zona indican que donde hay este tipo de gusanos también hay una gran cantidad de peces, e indican que la extracción de arena en la zona ha producido una merma del poliqueto. De este se alimentan algunas especies de peces y su reducción les ha causado una disminución en sus ingresos por la ausencia significativa de peces. Debido a esta escasez de poliquetos en la zona, los pescadores indican tener que viajar hasta tres horas de la costa para capturar peces.

3. Amenazas identificadas

Haciendo un análisis de las amenazas identificadas en el pasado, presente y futuro, la morfología y la biodiversidad de Punta Chame has sido afectadas a través de los tiempos por actividades antrópicas. En 1972, cuando se alteró la desembocadura del río Chame que descargaba hacia el interior de la bahía de Chame, con el objetivo de unir la Punta de Chame con el resto de tierra firme, mediante la construcción de una carretera, los impactos se incrementaron significativamente. Fueron pocas o inexistentes las consideraciones sobre las consecuencias que esto traería, como por ejemplo, la afectación directa sobre los manglares del área (figura 5).

Figura 5. Manglares de Punta Chame.

Las intervenciones llevaron también a la creación de grandes tinas para el cultivo de camarones, que datan de la misma época. Históricamente Punta Chame estuvo identificado como un área productiva en el rubro de este cultivo, utilizando estanques artificiales sostenidos por la biodiversidad del área. En la zona intermareal, hacia el interior de la bahía de Chame, a la altura de Punta Chame, explotaban las poblaciones naturales de poliquetos con fines de exportación y alimentación de las crías de camarones.

A mediados de los  90, la población realizó protestas para evitar la extracción de arena y logró que se declarase el área como zona de reserva minera. El gobierno de turno procedió entonces a otorgar concesiones de extracciones en mar abierto. Los concesionarios no extraían en la costa pero pasaron a extraerla dentro de la bahía. Esto trajo como consecuencia cambios en los movimientos de mareas, afectando directamente a los pobladores del área. El mar toma arena del lugar (área costera) para reponer la arena que fue extraída (del fondo). Relatan los moradores que a causa de la extracción de arena, en áreas permitidas por las autoridades, pero no aptas para la actividad, se han dado erosiones de tierra y arena, y citan, como por ejemplo, lo ocurrido con la famosa isla Taborcillo. Esta, debido a la actividad de extracción, se erosionó causando la fragmentación de dicha isla.

En el presente, y a futuro, la extracción de arena en este sector de nuestro Panamá traerá consecuencias directas con respecto a la erosión que impacta la vida silvestre local. Muchos animales dependen de playas arenosas como hábitat. Sin embargo, la alteración de la arena submarina y costera que aumenta la turbiedad en el agua, está provocando daños para los organismos propios de la costa que necesitan luz solar. También puede afectar las actividades pesqueras de la zona, perjudicando financieramente a sus pobladores o a quienes se dedican a esta actividad.

4. Vulnerabilidad observada

El mar está invadiendo la carretera de Chame; las áreas de manglares presentan mangles muerto con mangles vivo. Hace varios años se empezó la extracción de arena con fines comerciales cerca de la zona costera, lo que hoy se refleja con el desgaste de la superficie de la costa, que ha quedado prácticamente sin tierra. Antes de la declaración del área como reserva minera, se extraía arena comercialmente, en el área de Nueva Gorgona, a la altura de la desembocadura que el río Chame creó una vez que se cerró su salida a la bahía de Chame, con la construcción de la carretera.

La extracción de arena del mar ha dejado huecos en el fondo del mar, próximos a la costa, por lo que se recomienda a las personas que no entren al mar en marea baja. Los grandes taludes y los huecos representan un riesgo para su vida. El mar, poco a poco, ha ido arrastrando arena de la costa para rellenar los huecos dejados por la extracción en el fondo. Esta afectación ha llevado a las personas que residen cerca de la costa, a construir muros para protegerse del mar en marea alta que entra de forma agresiva (figura 6).

Figura 6. Los muros construidos ceden ante el ascenso del mar, el embate de las olas y la erosión costera. Frente a ellos, los propietarios colocan grandes piedras para reforzar y evitar la pérdida total de sus bienes.

Algunos comentarios de personas que conocen el lugar desde hace muchos años, coinciden en señalar que antes el mar no estaba tan cerca del poblado como se puede observar actualmente. Esto es una evidencia del problema de erosión y adicional que el nivel del mar esta aumentado. Este aumento del mar se refleja en la berma de la playa. El nivel de la marea más alta está cada vez más cerca del poblado (figura 7).

Figura 7: Los principales problemas observados en la playa de Punta Chame fueron: la erosión producto de la extracción de arena, el aumento del nivel del mar que se refleja en las bermas de playa y las escasas barreras naturales del lugar.

Aunado a los problemas antes mencionados, los comercios del lugar (residenciales turísticos) han destruido las barreras naturales. Esto se puede observar a través de la escasa vegetación existente en el lugar. Durante el recorrido se pudo apreciar algunos troncos de mangle en medio de la arena, lo que evidencia la poca importancia que los lugareños le dan a esta especie arbórea. Los manglares conforman, como barreras naturales, la primera línea de defensa de la franja costera.

5. Medidas de protección autóctonas observadas. ¿Efectividad?

El área actual de la bahía de Chame no era así, como se observaba el día de la gira. Nos remontamos a los años 90, cuando el mar estaba más alejado de la línea de costa, donde no estaba el muro que en la actualidad existe. Hoy día es posible observar un muro que se ha ido construyendo de varias formas y reforzando de varias otras, y que cada vez está más atrás. Una zona costera caracterizada por una playa extensa de suave pendiente. En aquel entonces, las personas se podían desplazar sobre esa amplitud de suave pendiente, sin barrera alguna entre las viviendas y el mar. Hoy, sin el muro construido por obligación -no solo por necesidad-, el mar ocuparía la línea de primeras viviendas, y avanzaría hacia los patios de estas.

Esto fue cambiando debido a la estrategia que se dio con respecto a la extracción de arena como una de las primeras causas del cambio del área visitada. Ya que antes se extraía arena en la segunda desembocadura que el río Chame creó por la necesidad o la barrera que encontró para seguir saliendo a través de la Bahía de Chame. El río Chame corría paralelo a la punta de Chame para llegar hasta la ensenada de Chame y allí el río limitaba el movimiento terrestre, no existía una vía terrestre entre el poblado y la población del Líbano que es la más próxima que hay dentro del área de punta Chame.

En 1972 se construyó la carretera durante el gobierno revolucionario del general Omar Torrijos. La estrategia de llegar a los pueblos condujo a la construcción de la carretera que unió el poblado de Chame al del Líbano de Chame, y de este hacia la carretera interamericana. Antes de ese año la gente para ir a la ciudad de Panamá tenía que hacerlo en botes.

El río Chame, según muestran mapas geográficos de los años sesenta, corría paralelo a Punta Chame para llegar hasta la ensenada de La Claridad, donde sus aguas descargaban en el océano Pacífico. El río, en su desembocadura formaba meandros que limitaban el movimiento de los pobladores. No existía una vía terrestre entre el poblado y la población del Líbano, la más próxima que hay dentro del área de Punta Chame.

Pero ocurrió simultáneamente a la construcción de la carretera, el programa de titulación de tierras en donde se decía que si el campesino no tenía un título de propiedad no era sujeto de crédito. Sin título de propiedad no podía tomar préstamos por lo tanto no podía hacer inversiones. Al final se llega con esas dos políticas: la comunicación terrestre y la titulación de tierras.

La gente en el poblado de Chame, cercano al mar,  tenía un sistema de tenencia de tierra que era muy similar al del final del siglo XIX. Vivían en el poblado formando una comunidad relacionada con propiedades muy pequeñas, con trabajaderos comunes. Sus principales actividades eran la pesca de consumo -no para la venta-, el cultivo de la tierra y la producción de sal. Producían alimentos, a partir de la tierra, que intercambiaban  por otros productos en los pueblos cercanos; conocido esto como un mercado de trueque.

En el momento que se da el proceso de titulación, la gente solo podía titular el sitio donde vivía y no así los trabajaderos al ser estos tierras comunales (estatales). Estas tierras comunales pasaron a la venta, y ser adquiridas por dos grandes grupos en Panamá que van a dedicarlas a los cultivos de camarones en estanques, por un lado, y a la lotificación para segundas residencias, por el otro.

A la vez, se acentúa la extracción de arena dentro de la bahía y con ello aumentan los impactos en las propiedades del área, incluso en los lotes dentro del poblado, puestos a la venta dentro del proyecto de desarrollo turístico. Se produjo una alteración severa en la geomorfología de la zona de la Punta al punto en que los propietarios hubieron de reforzar con muros sus viviendas. En el pasado no se veía la entrada del oleaje tan fuerte como ahora; anteriormente no era violento, sostienen los moradores. Y el proceso de erosión sigue dándose.

Es paradójico, por otro lado, porque las funciones de la vegetación en la estabilización de los medios rocosos y dunas costeras son conocidas y múltiples. La vegetación está bien adaptada a estos tipos de sustratos. Como encontramos en el recorrido de Punta Chame, uno de los comercios, no aplicó medidas de conservación dura, sino más amigables con el medio ambiente y es el que mayor vegetación posee (figura 8). El proyecto se integró al paisaje y al medio natural, sin producir mayores perturbaciones ni realizar inversiones costosas en infraestructuras. El comercio desarrolla una actividad deportiva con su respectiva reglamentación y es amigable con el ambiente, lo que nos permite concluir que las actividades a desarrollar en la zona costera deben ser ajustarse a la características naturales del sitio, la estacionalidad, la capacidad adaptativa con el ecosistema y las estrategias de adaptación al cambio climático.

Figura 8. Barreras naturales

En la imagen inferior, se puede apreciar el punto de marea alta (extrema) en la línea de costa. Los materiales que no son propios del sitio se acumulan formando la berma de la playa. Estos materiales (troncos, basuras, otros restos vegetales, etc.), son acarreados por las olas y depositados en esa línea, durante los períodos de mareas extremas. La berma de la playa, vista de esa manera, coincide con la línea del muro (figura 9).

Figura 9: Vista sobre la creación de un muro para reforzar las propiedades cercanas a la bahía de Chame

Durante el recorrido fue posible observar plántulas o «embriones» de mangles que llegan cerca de las medidas de protección artificiales que se han puesto, en la playa de Punta Chame, para establecerse (figura 10). Sin embargo, la gente las quita porque no los quiere frente a su casa. Empero, esto sería la mejor medida de protección ya que esto ayuda a fijar el suelo y recuperarlo.

Figura 10: Embrión de mangle rojo (Rhizophora mangle).

6. Pronóstico a mediano y largo plazo

A mediano plazo

En la zona costera, donde se encuentran las propiedades a orillas de la playa, estas continuarán viéndose afectadas por la erosión del suelo producto del fuerte oleaje que se produce durante la marea alta. En la actualidad, ya hay afectaciones importantes en las barreras de protección construidas. Se pudo observar que del otro lado del muro, la erosión está produciendo la afectación a las estructuras.

Se verá una mayor pérdida del suelo y por tanto el muro perderá soporte con daños en su estructura. La población y el gobierno se verán obligados a reforzar nuevamente las estructuras lo cual representaría una nueva inversión a corto y mediano plazo.

A largo plazo

El mar pudiera erosionar el suelo hasta hacer desaparecer totalmente las estructuras de muros y viviendas que se observan a la orilla de la playa. El mar pudiera avanzar de tal forma que tomaría más terrenos afectando las propiedades recreativas y de hospedaje próximas a la playa. Existe un peligro real para las personas que habitan en este lugar debido a la erosión y las inundaciones productos del ascenso acelerado del nivel del mar. Afectaciones de manera irreversible sino se toman las medidas para evitarlas.

7. Conciencia y sensibilidad de los moradores/usuarios de la zona costera ante el cambio climático.

Existe poco o nulo conocimiento con respecto al cambio climático por parte de los pobladores y turistas de la región. Es poca la información que se brinda, así como escasas son las metodologías y actividades orientadas a la concienciación sobre el cuidado de los recursos naturales y las playas del área. Tampoco sobre cómo evitar que la zona costera sufra las afectaciones directas a causa del proceso natural del cambio climático, cómo adaptarse o cómo prevenir los impactos negativos derivados de este.

La actividad turística del área no ha tomado conciencia del impacto que está causando el cambio climático y su relación con la perdida o degradación de los manglares. Muchas de estas infraestructuras hoteleras están construidas en áreas vulnerables de la costa de Punta Chame.

8. ¿Qué hacer? Recomendaciones y/o ideas sueltas

La zona costera de Punta Chame ha sido afectada por la intervención humana que ha generado un proceso degradativo, causando impactos ambientales negativos que, en muchos casos, se ven intensificados por fenómenos meteorológicos. Los procesos erosivos que se registran en la actualidad responden a disturbios ambientales provenientes de la intervención humana.

La extracción de arena en la zona, las construcciones sobre los cordones de dunas, las escorrentías pluviales asociadas a la urbanización y obras de infraestructura, erosionan la zona de playa. La perdida de la capacidad disipativa de las playas constituye uno de los principales impactos negativos que agudizan la erosión. Esto puede causar daños crónicos en las obras de infraestructura y construcciones adyacentes. Sin embargo, aún no es demasiado tarde para tratar de revertir estos efectos negativos y restaurar esta zona costera.

A continuación, algunas recomendaciones que podrían ayudar en la restauración de la línea de playa:

  • Contención del oleaje con dispositivos y estructuras disipativas, como espigones y rompeolas. Estos se deben ubicar paralelo a la costa y a cierta distancia de esta, de manera tal que la ola rompa en ellos disipando su energía y reduciendo las afectaciones en la línea de playa.
  • Acciones de difusión, comunicación y educación a la población que vive en la zona, donde se explique la problemática y las acciones que se tomarán para contrarrestar los efectos negativos. De igual manera involucrar a estas personas para que ayuden en la vigilancia y las acciones que se vayan a tomar para restaurar la zona.
  • Colocación de dispositivos de restauración eólica. Consisten en mallas o tablas que por unidad de área son permeables al viento; también pueden emplearse ramas atadas o paja (figura 11). La diferencia, más allá de la eficiencia, está en la durabilidad. Las tablas tienen una durabilidad mayor. El propósito de estos dispositivos consiste en alterar el flujo del viento de manera tal que los sedimentos que arrastra se depositen en ese lugar.
Figura 11. Dispositivos de restauración eólica. Vista de perfil de una pantalla de tablas.

En la etapa inicial (1) el flujo del viento es alterado por el espacio entre tabla y tabla, dando posibilidad de depositar las arenas transportadas. Cuando las arenas se acumulan (2), a una altura de 2/3 de las tablas, es necesario levantar la estructura.

  • Uso de pantallas disipativas de oleaje (uso de palos). Son estructuras que disipan la energía del oleaje que consisten en palos de madera de dimensiones específicas colocados a una distancia determinada. Provocan la reducción de la energía de la ola incidente sobre la playa y también son útiles para disminuir la velocidad de escorrentía hacia la playa (figura 12). El procedimiento consiste en formar 2 filas de palos, en algunos casos puede utilizarse más filas.
Figura 12. Pantallas disipativas del oleaje consistentes en dos filas de palos.
  • Conformación de taludes que disipan el oleaje. Consiste en lograr una pendiente entre 30° y 36° colocando cantos rodados con un diámetro no mayor a 5 cm (figura 13). La porosidad lograda es adecuada para disipar la energía del oleaje, este tipo de estructuras presenta un impacto visual menor que en los casos de taludes de bloques de piedra y muros. Es recomendable plantar vegetación nativa para aumentar la estabilidad de la estructura.
Figura 13. Taludes que disipan el oleaje.
  • Restablecimiento de cubierta vegetal, con la utilización de especies nativas para la fijación y estabilización de la arena móvil. Muchas plantas están adaptadas a vivir en el ambiente de dunas, siendo bien tolerantes a una baja fertilidad del sustrato, a la salinidad, la abrasión eólica, los cambios extremos en la temperatura y la humedad del sustrato (figura 14).
Figura 14. Barreras naturales frente a inversiones de playa, con vegetación nativa.

9. Referencias consultadas/personas entrevistadas

https://www.midiario.com/uhora/nacionales/erosi%C3%B3n-el-dolor-de-cabeza-de-punta-chame

“La fuerte erosión que se registra en la playa de Punta Chame, en el distrito de Chame, mantiene con temor a sus habitantes. Y es que la actividad arenera casi los ha dejado sin tierras. La afectación es tanta que han tenido que construir muros a lo largo de la costa para evitar la entrada del mar en las épocas de aguaje”. Mi Diario, Corporación La Prensa, S.A.

Entrevistas:

  • Salvavidas: “la playa antes era más serena; ahora es más agresiva. Se forman remolinos en el mar y las personas están más expuesta a la picadura de agua mala.”
  • Explicaciones e información suministrada por la profesora del curso, Marilyn Diéguez Pinto.

10. Otras imágenes

Sustrato arenoso, zona intermareal, cubierto por diatomeas.

Gira Parque Natural Metropolitano-2017. Compilación de experiencias.

Por: Alexander López S. y Bertis Hurtado. Michelle Espinosa. Mario A. De La Cruz. Edgar Durán.

Estudiantes del curso Ecología del Medio Ambiente Marino. Facultad de Administración de Empresas y Contabilidad. Universidad de Panamá.

1. Alexander López S. y Bertis Hurtado

Inició el día con una leve llovizna. Ya eran las 8:15 a.m. cuando llegamos al parque. Nos dirigimos hacia donde se encontraba el grupo, justo en la entrada del sendero Los Caobos. Recibimos una breve inducción de la profesora, donde nos explicaba que en ese momento nosotros éramos los invitados, por lo tanto teníamos que comportarnos, ser cuidadosos, mirar donde íbamos a pisar. En caso de resbalarse, dejarnos caer y no tratar de sostenernos de alguna planta, árbol o algún compañero, puesto que podríamos salir lastimados, ya sea por una planta espinosa o que al intentar sujetarnos de algún compañero también lo podríamos lastimar ya que no estaría preparado para tal acción.

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